domingo, 30 de agosto de 2015

No hay vida sin tristezas ni dolores.

Argentina. Alias "Tina". 


Muchas veces pienso cuándo los seres humanos nos dejaremos de distraernos en banalidades... ser felices y alegres ahora y ya! Felices de poder despertarnos cada mañana y ver la luz, darnos una ducha caliente después de haber dormido en una cama abrigada, poder mirar paisajes, las caritas de nuestros nietos, de nuestros abuelos, la mirada de nuestros amigos… oír música, el canto de los pájaros, el grito de "diariooooo", la flauta del afilador de cuchillos, la bocina del tren...

Hace veinticinco días tenía que ir al congreso de los trabajadores no docentes de las universidades argentinas; la última vez que fui a un congreso de esta naturaleza en calidad de invitada éramos 36 universidades. Por otra parte tenia una de mis perritas enferma de hacía 30 días (moquillo). Me debatía entre dos ideas: voy al congreso o me quedo con la perrita; las dos situaciones eran importantes. A las dos las elegí yo. Yo elegí ser candidata a congresal y yo elegí adoptar a Tina. A Dios le pedí, “dame una idea mañana cuando me despierte”. Al otro día note que la mascotita tenía dificultades para caminar, la lleve al veterinario, la bacteria ya estaba en el sistema neurológico, de ahí el tic nervioso en la patita de Tina. Ahí la deje para su atención. Seguí su evolución a través de Maira y Sol, mis asistentes en materia de cuidado de mis mascotas. 

Me fui al congreso. Llegada, después de la inauguración de la sala de conferencias y comedor del hotel 17 de Octubre en Vª Giardino/pcia. de Córdoba. Salimos a tomar aire y despejarnos; de paso sirve de espacio para reencuentro con muchos compañeros que hace tiempo no vemos. Estaba en esas charlas cuando me tocan la espalda, me doy vueltas y me reencuentro con mi querida amiga Graciela, a quien conocí en el año 2008 y nos mantuvimos comunicadas sólo por correo electrónico y con la promesa semanal o mensual de “ya nos juntamos a tomar un café”. Yo sabía todo de su vida, tanto como ella de la mía. 1ª alegría.
El resultado del congreso más que positivo. Somos 50 universidades nacionales; como crecimos! 2ª alegría. También advertí de todo lo que los trabajadores universitarios de la Universidad de Córdoba nos perdimos en avanzar por tener nuestro gremio en proceso de normalización. Por suerte ya estamos en el camino de recuperar el tiempo perdido.   

Vuelta a casa, voy a buscar a la perrita, los tics continúan y a la hora de estar en casa con ella sobre mi pecho y entre mis brazos, se inician las convulsiones, signo inequívoco que la bacteria había llegado a su cerebro. Ese día -8 de agosto-  se fue. Si hay Cielo para Perros, Tina está con Lacia, Negra, Canela I y Canela II. Ellas fueron generosas al regalarnos sus compañías, fidelidades y alegrías.  

Conclusión: en la vida permanentemente se toman decisiones, esas decisiones entrañan responsabilidades y la toma de nuevas decisiones; nacen otras responsabilidades y nuevas decisiones que tienen resultados buenos, malos o regulares. Que nos traen alegrías o tristezas. Si bien estoy triste, soy feliz porque hice todo lo que tenía que hacer.
Glfajim/2015.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, te agradezco la visita, dejame tu comentario, gracias!