jueves, 29 de mayo de 2014

TEMORES


"Piedraspintadas" - Villa Giardino/Pcia. de Córdoba
Foto: Gloria Jiménez. 

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.

Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.

lunes, 19 de mayo de 2014

La rana sorda: Para Meditar sonriendo.

Foto: Gloria Jiménez.

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.
Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuán profundo era el hoyo, dijeron a las dos ranas en el fondo que, para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente... una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió... se desplomó y murió.
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que, simplemente, se dispusiera a morir, ya que no tenia caso seguir luchando.
Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que... finalmente... logró salir del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron: -"nos da gusto que hayas logrado salir, y... a pesar de lo que te gritábamos"-.
La rana les explicó que... era sorda, y que pensó que ellas la estaban animando a esforzarse más para que lograse salir del hoyo...

Moraleja:
La palabra tiene poder de vida o de muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día. Una palabra destructiva, dicha a alguien que se encuentre desanimado, puede ser lo que acabe por destruirlo. Tengamos cuidado con lo que decimos. Una persona especial, dicen, es la que se da tiempo para animar a otros.

Referencia relacionada: En Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un poster de una abeja donde se lee: "Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe".
¿Qué tal si hacemos oídos sordos a las cosas negativas y comenzamos a animarnos y a hacer algo para que el tiempo que nos toca vivir, sea mucho mejor para todos...?


Si te parece, súmate a ello y envía LA RANA SORDA..