viernes, 14 de agosto de 2015

La regla del Oso


Foto: Gloria Jiménez



Tu vida esta plena de logros, luchas y grandes esfuerzos, y
aunque a veces no parezca cada día te vas acercando
paso a paso a lo que tú quieres.
Pero ten cuidado, puedes tener un enemigo,
capaz de destruir sin piedad lo que con tanto trabajo has construido.
Me refiero a tus propios resentimientos.
El resentimiento es como tomar un veneno para tratar de envenenar a otro.
Mientras el dolor pasa, el rencor se queda, lo agravas,
como a una herida que no se deja sanar.
El resentimiento es un monstruo,
que puede tener el tamaño que le des, lo puedes alimentar con los pensamientos de queja y de autocompasión, entre mas lo crezcas mas partes de tu vida invadirá.
La energía que le das a ese fantasma, es la misma que puedes usar
para construir tus sueños o la vida más plena y feliz que te mereces.
Quien no perdona sin darse cuenta poco a poco se aísla,
empieza a olvidar o dejar de disfrutar lo grato de su vida.
Con el rencor te haces mas difícil, lo difícil y
lo agradable se opaca con el tormento de la amargura.
Digno no es quien resiente, digno es quien perdona.
Que estúpida es la venganza que mantiene anclado el dolor.
La venganza sabia es dejarlo ir seguir adelante, es construirse en vez de destruirse.
El perdón es un regalo, para si mismo es regalarse la paz,
es soltar la carga, es decidir mirar la luz de nuevo y
con determinación caminar hacia ella, hacia lo mejor de ti, de tu vida.
No perdones para que el otro cambie.
Acéptalo, el otro nunca va a ser como tú quieres, eso no depende de ti.
No le des a nadie el poder de hacerte infeliz, perdona porque decides hacerlo,
retoma tu poder, tu inmensa capacidad de construir tu propia tranquilidad.
Muchas veces confundimos sueños con expectativas sin darnos cuenta que,
mientras los sueños nos abren el mundo, las expectativas nos encierran
en la espera pasiva de lo deseado…
¿Por qué nos aferramos sorprendentemente a ellas?
¿Qué pasa si no puedo aceptar tener que renunciar a lo que “tanto deseo“?
¿Qué pasa si siento que no puedo armar mi proyecto de vida?
Tenemos un deseo determinado.
Queremos algo con el alma, con todo nuestro ser.
Soñamos día y noche con tenerlo.
Este es el momento de aplicar una regla básica:
La regla del oso idiota.
Esta regla comienza con la “O” del oso.
¿Usted quiere algo? Obténgalo!!!
“Obtenga” lo que usted quiere, juéguese la vida para obtenerlo!!!
corra el riesgo!!!, comprométase con su deseo!!!
¿Qué busca? ¿El amor de ésa persona “tan especial”?…
¿Esa casa “tan soñada”?… ¿Ese trabajo?…
Vaya, salga a buscarlo y obténgalo!!!
Pero… uno puede darse cuenta que a veces es imposible obtener lo que quiere.
Entonces, ¿qué dice la regla en segundo lugar?
¿No puede “obtener” lo que quiere?…
(Y siguiendo con la “S”, la segunda letra del oso)
Nos dice: Sustitúyalo!!! 
“Sustitúyalo” por otra cosa!!!
Esa persona “tan especial y única” no me quiere… 
Pues bien, que lo quiera otra persona.
Esa otra tampoco me quiere…. Entonces, busque un marinero!!!
Cómprese una mascota!!!
Ah… No!!! Imposible sustituirla!!! “Como ésa persona no hay…”
Entonces, ¿qué nos dice la regla en tercera instancia?…
¿No lo pudo “obtener”?… ¿No lo puede “sustituir”?…
Y siguiendo con la “O”, la tercera letra del oso)
Nos dice: Olvídelo!!!
Ah No, “Imposible”….. ¿Cómo imposible? Siii, “Imposible olvidarla!!!”
“Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!” Ahhh… “¿Imposible?” Entonces…
si no lo puede OBTENER, si no consigue SUSTITUIRLO, si no quiere OLVIDARLO…
La “Regla” dice que Ud. es un “IDIOTA”.
Quedando así constituida “LA REGLA DEL OSO IDIOTA”.
Tal vez no sea tan fácil “decidir” que puedo Olvidar.
“SI” puedo “decidir” no quedarme pegado a lo que creo que es imposible.
Y éso es lo neurótico, lo ridículo, lo “idiota”.

Jorge Bucay
La regla del Oso Idiota


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