Después de dos noche en
Tilcara hicimos las valijas y emprendimos viaje hacia Cafayate e hicimos noche en la Ciudad de Salta. Personalmente no tenía nada que conocer en esa
ciudad por cuanto ya estuve
con ese propósito 6 veces:
con ese propósito 6 veces:
La 1° fue en
la década del 90´ cuando fui a visitar una amiga.
La 2° en 2.007, fui a visitar
a la Virgen del Cerro y el viaje de dos días incluía un paseo por la ciudad.
La 3° en abril de 2.009,
fui con la intención de viajar en el Tren a Las Nubes, hecho que no sucedió porque
las lluvias del verano habían deteriorado las vías, por esa razón me ofrecieron
hacer el recorrido en automóvil, ya estaba ahí, con pasajes pagos, no tuve
alternativa, acepté y no me arrepiento porque la vista es totalmente diferente.
En noviembre de 2009
fue la 4ta. vez que estuve en Salta “la linda”, en esta oportunidad sí pude viajar en el Tren a las Nubes en su recorrido turístico hasta el Viaducto de La
Polvorilla; el trazado original unía las ciudades de Salta y Antofagasta en
Chile. La experiencia es inolvidable por la emoción y la adrenalina que se libera
cuando el tren recorre lentamente el puente de acero de 223,5 metros de longitud, una altura máxima de 63
metros respecto al suelo y 1.590 toneladas de peso, todo esto sobre un terreno
ubicado a 4.200 a nivel del mar… ahhhh lo recuerdo y siento un estrujo en la
panza, la sensación cuando se llega al viaducto es “tocar el cielo con las manos”, desde esa experiencia entendí porque
los jóvenes que se suben a la “montaña rusa” cada vez que el tren se eleva y se
encuentra en lo más alto de un rulo, elevan sus brazos y gritan; en este viaje,
cuando estuvimos como suspendidos en el aire, todo el pasaje de mi vagón gritó,
bahhh gritamos, es una sensación a-lu-ci-nan-te… volviendo al tema del tren,
éste es uno de los puentes y tramos ferroviarios más altos del mundo. Desde que
se inauguró fue considerada una obra monumental de ingeniería con gran atractivo
turístico. En la década del 70´ la empresa Ferrocarriles Argentinos puso
en marcha un proyecto de servicio de pasajeros turístico, el Tren a las Nubes,
cuyo punto final es el viaducto de La Polvorilla.
A partir del 3er viaje mis visitas eran de 3 o 4 días, cumplido el
objetivo principal, si me sobraba tiempo me contrataba una excursión y visitaba
otras localidades. Estas visitas no solo me sirven para hacer fotos, sino también para tomar contacto con los lugareños, pregunto, me meto, me inmiscuyo, y así voy
recabando información y diseñando nuevos viajes. De esta manera surgió mi 5to viaje a
Salta; éste fue con motivo de asistir a la procesión de los santos
patronos de la ciudad, la Virgen y el Señor de Los Milagros. Dicho así parece fácil,
sin embargo la logística me llevó un año y casi se estiró uno más. ¿Qué pasó? Paso a comentar, como dije antes, la gente cuenta y comenta hechos, así tuve
conocimiento que el 15 de septiembre de cada año son las procesiones de los
santos patronos de la ciudad de Salta. Las procesiones son eventos que no sé por
qué me conmueven, por lo tanto tenía la oportunidad de asistir a una y me
aboqué a organizar el viaje. La idea era asistir a la procesión del 2009, pero
cuando llamé por teléfono para reservar hotel, las plazas estaban todas
cubiertas, tanto en hoteles de 5 y 1 estrellas, hosterías, cabañas, hostales,
pensiones, etc. Por lo que deje el viaje para el año siguiente. En junio de
2010 mando varios mails y ninguno tiene plazas disponibles, entonces llamé al hotel en que habitualmente me alojo y me dicen que las reservas deben
hacerse con mucho tiempo de antelación, pero cuánto, le pregunto a la señorita que
me atiende, febrero o marzo, me dice. Y bueno, que voy hacer, ya está, dejo el
viaje, será el año próximo. A fines de agosto me llaman del hotel y me dicen si
me interesa viajar para el 15 de septiembre, que se le cayeron unas reservas y
tiene disponibilidad, inmediatamente le digo que sí me interesa, que me dé la
mejor habitación con vista a la calle y así
se concretó mi 5ta vez en Salta.
La vez 6ta. –mayo 2010- fue una estadía en ocasión de un viaje a Jujuy y
al regreso, hicimos noche en “la linda”, en esta ocasión tuve la oportunidad de
ir a una peña en famosa Calle Balcarce, calle que desemboca en el FF.CC. General
Belgrano, esta arteria nace en la zona ferroviaria, con el decaimiento de la
actividad ferroviaria -década de los 90- toda la zona es abandonada; cuando ésta se recupera con
la puesta en marcha del Tren a las Nubes, la zona aledaña al ferrocarril también se
recupera, se limpia, se pinta, se hermosea y con ella la calle Balcarce donde se
ubican las peñas. Quien va a esa ciudad y no va a una peña a cenar (empanas,
locro o picante de panza con vino tinto) y compartir un espectáculo folclórico,
no estuvo en Salta.
La 7ma y ultima vez –mayo 2012- también volviendo de la provincia de
Jujuy.
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