FOTO: Vª Tulumba / Gloria Jiménez
Cuentan
que una vez se reunieron en un lugar de la tierra los sentimientos y cualidades
de los hombres.
Cuando el
ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca,
les propuso: -"Vamos a jugar a las escondidas".
La INTRIGA
levanta la ceja y la CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó: -"¿A las
escondidas? ¿Cómo es eso? ".. "es un juego -explico la locura- en el
que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde 1 a 1.000.000, mientras,
ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes
que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego".
El
ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que
terminó por convencer a la DUDA e incluso a la APATÍA, a la que nunca le
interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no
esconderse. ¿Para qué? Si al final siempre la encuentran siempre. La SOBERBIA
opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea
no hubiera sido de ella) y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse.
-"Uno,
dos, tres.."-comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la
PEREZA que se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo
y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo
había logrado subir hasta la copa del árbol mas alto. La GENEROSIDAD casi no
alcanza a esconderse, cada sitio le parecía maravilloso para algunos de sus
amigos. ¿Qué tal un lago cristalino? Ideal para la BELLEZA. ¿La rendija de un
árbol? Perfecto para la TIMIDEZ. El vuelo de una mariposa, lo mejor para la
VOLUPTUOSIDAD. ¿Una ráfaga de viento? Magnifico para la LIBERTAD. Así la
GENEROSIDAD terminó por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio,
encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo pero solo
para él. La MENTIRA se escondió en el fondo del océano (en realidad se escondió
detrás del arco iris). La PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El
OLVIDO.. se me olvidó dónde. Cuando la locura contaba 999.999, el AMOR aun no
había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta
que divisó un refugio y estremecido decidió esconderse entre las flores.
-"Un millón".. contó la locura y
empezó a buscar.
La primera
en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó
a la FE discutiendo con Dios sobre zoología y a la PASION y al DESEO los sintió
vibrar desde el fondo de los volcanes. En un descuido encontró a la ENVIDIA y
pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo que buscarlo, él
solito salió disparado de su escondite que había sido un nido de avispas. De
tanto caminar, la LOCURA sintió sed, y al alcanzar el lago descubrió a la BELLEZA.
Con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre
una cerca sin decidir aun en que lado esconderse. Así fue encontrando a todos;
al TALENTO entre las hierbas frescas; a la ANGUSTIA en una oscura cueva; a la
MENTIRA detrás del arco iris y hasta el OLVIDO que ya se había olvidado que
estaba jugando a las escondidas. Solo el AMOR no aparecía por ningún lado. La
LOCURA buscó detrás de cada piedra, en la cima de las montañas y cuando estaba
por darse por vencida, divisó un rosal.. y comenzó a mover las ramas. De
pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos del
AMOR... La LOCURA no sabia que hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró,
pidió perdón y
hasta
prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a
las escondidas en la tierra, el AMOR es ciego y la LOCURA siempre lo acompaña.
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